miércoles, 11 de enero de 2017





Números 54 y 56 de alguna calle perdida en la ciudad de Sácer, Cerdeña. Si bien es cierto que tocamos a un par de puertas por cabeza porque así está pensado el mundo, no todos podemos pagar la nuestra. En cambio, qué hermoso es pensar en los demás; es como si estuviéramos convencidos de que podemos ser otro antes que uno. Lo digo porque he visto esa ropa tendida al viento italiano y, no sé muy bien porqué, he recordado que la escritora Carmen Camacho, la chica de la ya habitual serie fotográfica "Vecindario", anduvo -así creo recordarlo, insisto- por allí hará unos meses. Para ella el día de hoy.