Esta corresponde a una de las bodegas del barrio de bodegas de Baltanás (Palencia). Actualmente no es más que un estado de ánimo -¿como todas?- y es mejor sólo contemplarla y no decir nada, dedicarse a intuir la rugosidad en las manos con que los viejos bodegueros acariciaban a sus esposas al llegar a casa tras la dura jornada.
A más de uno le hubiera gustado morir ahogado, como el número 99, y no llegar a viejo.
A más de uno le hubiera gustado morir ahogado, como el número 99, y no llegar a viejo.